CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
El ruido se considera contaminación acústica cuando implica molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza. En cuanto a los efectos adversos sobre la salud se suelen clasificar en efectos auditivos y efectos no auditivos.
EFECTOS AUDITIVOS
Los más conocidos son el trauma acústico, que se produce con ruidos impulsivos, de gran intensidad y corta duración (explosión) que pueden superar 140 dBA, y pueden ocasionar una pérdida auditiva permanente en todas las frecuencias, y la elevación temporal o permanente del umbral auditivo, que puede producirse con ruidos impulsivos de intensidad elevada y también con la exposición prolongada a ruidos de ruidos de intensidad moderada o alta (más de 80 dBA).
EFECTOS NO AUDITIVOS
El ruido además de los efectos perjudiciales para la salud, puede producir otros efectos adversos, tales como la pérdida de la privacidad y la depreciación de los inmuebles, especialmente los dedicados a vivienda.